El sueño de la vida, de Manuel Juliá
Premio de la Asociación de Editores de Poesía
Manuel Juliá, poeta castellano manchego nacido en Puertollano y su obra El sueño de la vida (Ediciones Hiperión, 2015), ha resultado ganadora del premio que la Asociación de Editores de Poesía concede al mejor poemario editado en 2015.
El premio de la Asociación de Editores de Poesía es el único premio que los editores dedican a la creación literaria y a aquellas obras que más destacan en la edición española por su calidad e idoneidad.
Manuel Juliá es escritor y periodista, autor de una extensa obra de poesía y narrativa que comenzó con el poemario De umbría (1998) y se cierra a día de hoy con una trilogía publicada en Hiperión que comienza con El sueño de la muerte (2013), El sueño del amor (2014) y El sueño de la vida (2015). La crítica ha prestado mucha atención a esa trilogía destacando el esfuerzo de coherencia y belleza poética que supone.
El sueño de la vida
Es un poemario dividido en tres partes. La primera se denomina La arboleda de la vida, la segunda es Puerto oscuro y finaliza con El sueño del regreso.
La primera parte describe el sentimiento de la naturaleza, porque el poeta canta a la niebla, canta a la lluvia y canta al sol y no sólo a los fenómenos sino a la vegetación de los campos, a sus recónditas arboledas verdes. El poeta describe ese lado oculto de la naturaleza que la mayoría miramos por encima sin fijarnos, sin ver los detalles de un esplendor menudo y universal.
La segunda parte es claramente metafísica, llena de reflexiones sobre la vida y la muerte, sobre los sentimientos, sobre la soledad y la esperanza en ese viaje que todos hacemos hacia el puerto oscuro de lo desconocido.
En la tercera parte, El sueño del regreso, se contienen lo poemas más emocionados y emocionantes. Son los que Manuel Juliá dedica a la memoria de la madre fallecida durante la redacción del libro. Forman una unidad elegíaca de gran belleza y sensibilidad, algo que ya apuntó en el merecidamente famoso poema Melocotones de El sueño de la muerte.
Son poemas llenos de imágenes sorprendentes que surgen espontáneas. El libro viene precedido por Un pequeño relato, introducción pretendidamente simbólica en donde el mar, visto por el niño con los ojos juntos de toda la familia, se convierte en el símbolo de un universo vital, de una esperanza.
Manuel Juliá se sitúa con esta entrega —que junto al resto de la trilogía ha venido a enriquecer los fondos literarios de la prestigiosa editorial Híperión— en un lugar destacado del paisaje poético español.
De la poesía de Manuel Juliá se ha escrito mucho, como que “está llena de inteligencia y sensibilidad” y es, en palabras del editor Javier Pérez-Ayala, “una poesía que tiene el equilibrio necesario entre el realismo y la figuración, tan imprescindibles en la poesía actual”.