1) Un Poema para Ivet es tu primer poemario editado. ¿Qué sientes al ver reflejado tu trabajo en las páginas de un libro?
Cierto orgullo, algo de inseguridad y bastante pudor al sentir expuestas mis tribulaciones.
2) ¿Dirías que el poemario está dividido en dos partes o son dos obras diferentes sin ningún nexo de unión?
El nexo de unión soy yo mismo, mi propia evolución a través de la experiencia. No obstante cada uno tiene sentido por si mismo, casi cada poema tiene sentido por si mismo.
3) ¿Cómo llegas a la poesía?
De la mano de los grandes poetas, buscando comprensión en sus palabras. Una verdad o un sentimiento expuesto, descrito y razonado puede ser asimilado por el lector, pero a través de la poesía la verdad se desnuda, se redescubre y se asume como propia. Eso es lo que me atrapó.
4) ¿Se despertó en ti el poeta con el nacimiento de tu hija o ya lo eras antes?
Siempre he escrito poesía, empecé muy joven. Quizá porque carecía del léxico necesario para describir mis propios pensamientos con claridad y a través de la poesía los conceptos abstractos cobraban una forma más comprensible. La poesía forma parte de mi vida desde entonces, el nacimiento de mi hija es lo que me ha animado a publicar.
5) Tu poesía es sencilla, sin artificios. ¿Crees que utilizar un lenguaje de fácil comprensión acerca más el lector a la obra y por qué?
Mi poesía es sencilla porque soy un hombre sencillo e intento ser honesto a la hora de expresarme a través de ella. Escribo en los mismos términos en que pienso, con los mismos matices y carencias que me conforman. En mi opinión lo sencillo es universal mientras que lo complejo resulta elitista e incluso como tu misma sugieres artificial. Creo que la grandeza literaria reside en desgranar con simplicidad y belleza lo que aparentemente se antoja profundo y complicado.
Ese es el objetivo y no sé si lo consigo, pero me esfuerzo.
6) ¿Cómo trabajas hasta darle forma a un poema?
El poema viene a través de una sensación, un suceso o un recuerdo. Un hormigueo que te asalta en un momento quizás inoportuno para expresar en voz alta una metáfora o una imagen que te libere de esa pulsión. Yo lo dejo explotar sobre el papel, en la forma en que se presente. Un par de días después lo releo para saber si me transmite algo. Unos días más tarde lo leo de nuevo, lo completo y lo corrijo. Y pasado un tiempo vuelvo a leerlo intentando distanciarme del poema, como si lo hubiese escrito otro, para decidir merece la pena conservarlo.
7) ¿Por qué elegiste poesía y no narrativa para expresar tus sentimientos?
Me sirvo de ambas. Cada cual en su momento.
8) ¿Te identificas con algún autor a la hora de escribir?
Con muchos cuando los leo, a la hora de escribir no tanto. Ahora mismo estoy leyendo a Salustiano Masó y me siento muy identificado con él. Escribe mucho mejor que yo y tenemos estilos diferentes pero me encanta el hombre que estoy leyendo. Porque al fin y al cabo cuando lees un poema lees las entrañas del poeta y en el fondo a todos nos inquieta lo mismo.
9) ¿Tienes proyectos literarios rondándote la cabeza?
Pues sigo con mis poemas (inevitablemente) voy salvando unos cuantos de la gehena. Además he empezado una novela. En este caso encuentro que para expresar la rabia y la frustración que me provoca la situación política y social actual me resulta más útil la narrativa. Me permite explorar la actualidad con una perspectiva cercana al humor negro que sería muy complicada de reflejar en la poesía.