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Presentación: “Puntadas literarias” en Casa del libro de Alicante

Palabras de Angelina Jiménez

 

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Sr. D. Salvador Pavía, profesor de Literatura, fundador de la Universidad a distancia de Alicante y Sra, D. Carlos Cárdenas, mi profesor de dibujo y Sra, Sras y Sres, buenas tardes y sean todos bienvenidos.
Neus, mi amiga, ha tenido con mis “Puntadas Literarias” una pluma con altos vuelos de fantasía, ya que nos ha ensalzado, tanto a mí como a mi obra.
Me siento halagada, y en contra de lo que se dice en estas ocasiones, permítanme que me crea todos los elogios que me prodiga.
Pensando cómo enfocar esta presentación, he apelado a la que realicé en Madrid, la he adaptado a estos momentos y circunstancias y ¡voilá! modificando algunas que otras palabras aquí lo tenemos, como nuestro refrán nos dice: “es el mismo perro con distinto collar”.
Este, mi segundo libro, lo di a conocer en Madrid en febrero de dos mil trece, y en aquel momento corté toda actividad literaria que reanudo hoy en esta casa arropada por ustedes, este paréntesis fue debido a motivos familiares.
En Jumilla tal como nos ha dicho Neus, presenté muchos personajes y quiero añadir dos nombres que también merecen que quede constancia en este evento.
Son don Francisco González, que donó al Museo de Ciencias Naturales “Jerónimo Molina” una colección de mariposas magnífica y a mi buen amigo don Ángel Francisco Cutillas, que se desprendió de una nutrida colección de minerales.
Deseo que esta tarde sientan la cercanía de mi alma y por ende me recuerden cuando lean algún artículo, cuento o leyenda de mi libro.
Les hablaré de éste bajo aspectos distintos de cómo nos lo ha comentado Neus.
Contestaré a varios interrogantes que pudieran hacerse y verteré alguna que otra aclaración.
¿Qué fines tuvieron estos escritos? En su día unos fueron pensados para mis programaciones transversales, es decir, para que cuando la clase estuviera fatigada, cortar, y compartir con mis chavales uno de estos temas, hasta serenar la clase.
Estos relatos, artículos, ensayos y leyendas, son alejados unos de otros en el tiempo y al componerlos nunca pensé que pudieran publicarlos.
Hay un artículo titulado “Pinceladas de tres libros” y en dos de ellos, analizo una valoración de la calidad de las obras de juventud y de senectud, llegando a la conclusión que son tan valiosas unas como otras.
Pongo la comparación de la Ilíada y la Odisea.
En la Ilíada Homero logró dar a este poema un tono dramático y combativo, no así en la Odisea donde predomina lo narrativo, rasgo típico de la vejez.
“Otra leyenda de la tierra de Fuego” la compuse para un concurso literario, no lo gané, pero recuerdo que el premiado era precioso y me quedé tan contenta, el jurado, seguro que tardó tiempo en deliberar, pues ya saben ustedes lo difícil que es aunar todos los criterios para elegir el mejor.
No me equivoco, sin yo saberlo, en mis sueños estaban ustedes, escribía entre otras cosas para mi deleite, y en potencia para cualquier lector que pudiera soñar conmigo a través de mis libros.
Además soy consciente que escribo para todos, mi libro es en verdad todo ternura y sencillez y no suscita polémica como bien afirma de él don José Antonio Melgares en el prólogo de este libro.
¿Por qué la aparición de mis libros a tan avanzada edad? Hago mías las palabras de mi amiga Inma Escobedo, cuando presentó su libro “El principio de todas las cosas” y nos dijo, que su libro tuvo que nacer en el tiempo oportuno, cuando ella pudiera afrontar los retos que conlleva el nacimiento de un libro.
Matizo está aseveración, mi libro también ha nacido en el tiempo oportuno, pero las fuerzas que pudieran faltarme no las necesito ya que todas mis presentaciones, no son para luchar sino para considerarlas un regalo de Dios.
Me despiertan ilusiones y esperanzas. Conclusión: todo acaece en el tiempo y lugar oportuno para así luchar y gozarlo los jóvenes y para disfrutarlos los que llevamos ya muchos años a nuestras espaldas, yo lo considero un regalo de Dios, pues el publicar me despierta ilusiones y esperanzas.
El sueño de tener lectores sí que se ha cumplido, el plural de lectores es igual para veinte que para mil, yo soy poco conocida, no estoy en la tele para hacerme propaganda, pero modestamente está funcionando el boca a boca y estoy contenta, pues tengo lectores en Salamanca, Toledo, Palencia y por supuesto el Alicante, Jumilla, Petrer, Elche…
Ha sido posible a queridas amigas que veranean en Urbanova….
Así ha sido, pero es más, he recibido llamadas telefónicas y correos contándome…
Todas estas anécdotas y otras, como el estar con ustedes son mi éxito, son mi triunfo.
Ha surgido este libro, aunando el maremágnum de todo lo escrito tiempo ha, y lo reciente.
Tengo un pequeño ensayo sobre la amistad, que lo compuse días antes de imprimirse este libro, por ello hago hincapié que son muy lejanos unos de otros en el tiempo y creo cercanos en mi estilo.
A unos le di vida a través de mi experiencia, otros, fueron consecuencia de la letra de una canción, de conversaciones con amigos o conocidos, también fruto de la observación y otros pura fantasía, dándole un pequeño toque de verosimilitud.
El cuento “Don Prudencio”; los días de vida de un semáforo es fantasía moralizante donde reina el recurso estilístico de la onomatopeya, así creo conseguir que sientan los posibles lectores los avatares de tan singular semáforo.
Todos se escribieron, en esos días, en que las musas me fueron propicias y aludiendo a este hecho, tengo tres relatos que son: “Mi pluma” que podrán leer un fragmento en la portada del libro, “La inspiración” que me van a permitir que les lea un solo párrafo:
“Estoy en consonancia, con todos los que han afirmado que la inspiración brota de campos arados trabajados con esfuerzo. Por tanto, deshecho la idea de que la inspiración es algo barato, fácil, banal y sencilla”.
Otro es ” Dolor de la mente vacía” es el más breve de todos, mas si lo leen conseguirán descifrar su mensaje, verán los momentos que atenazan a los artistas, cuando les cuesta encontrar su creatividad y ellos como para paliar esa merma se agarran al trabajo para de ese modo encontrarla.
¿Cuándo y cómo los escribo? Pues cuando “viene a tiro”: en el autobús, al despertar antes de salir de la cama, si es una idea interesante, cuando contemplo el mar…
Fruto de esta contemplación surgió “La casona y el marinero”, y cuando iba dando vida a estas historias, nunca pensé que compondrían las páginas de este libro.
Lo último que compuse de “Puntadas Literarias” fue un pequeño ensayo sobre la amistad.
Defiendo que las amistades recientes pueden ser tan importantes como las de toda la vida y de hecho, yo presenté el libro de Inma Escobedo en Elche y apenas llegaba a dos meses nuestro primer encuentro.
Gran amiga Inma, ¡anda bonita levanta la mano!
No les puedo exponer mis proyectos como cualquier escritor, no, no, es obvio que a mi edad no existan grandes metas, les puedo decir que estos los he cambiado por ilusión y capacidad de trabajo, viviendo el día a día, seguiré en la brecha y les convocaré a ustedes cuando presente otro libro.
Este se acabó de imprimir en el dos mil doce y como estamos en dos mil catorce, les anticipo que ya tengo otro a la palestra, en cuanto me diga mi editor saldrá a probar fortuna, y voy a apropiarme solo de unos segundos para publicitarlo, se titula “Acentos Navideños”, son cincuenta y tres cuentos de navidad, como su título indica.
Y como tengo el alma receptiva ante cualquier elogio sin engreírme, les comento lo que piensa una amiga de Urbanova:
“Angelina, tu libro lo voy paladeando poco a poco, es un libro para la reflexión, para sumergirse en unos valores muy olvidados en estos tiempos y sobre todo para relajarnos. Y acabó diciéndome con satisfacción, ahora tus ” Puntadas Literarias” las tengo como libro de cabecera” Ven otro éxito mío.
Con un atisbo de vanidad por mi parte, eso deseo que piensen más o menos ustedes, como María Teresa, que así se llama mi amiga.
Me ilusiona también que entre línea y línea, piensen que lo ha escrito una maestrica que les quiere transmitir sencillez, paz y alegría, como lo hice a lo largo de mi vida con mis alumnos.
Como ya saben que no tengo tiempo para metas, pero sí para ilusiones, deseo que cuando pasen cuatro o cinco siglos o seis, me da igual, un profesor venga a este lugar, a este que deseo haya prosperado tanto que dispondría de anexos para archivar, llamemos los libros que ya no compra nadie, los libros muertos como los de la novela “La sombra del viento” este profesor sabe lo que quiere y es terco y busca y busca y encuentra mis “Puntadas Literarias” las ojea y exclamando cual nuevo Arquímedes “eureka”, aquí está lo que buscaba, un libro sencillo, ameno y claro, un libro que posee “la unidad en la variedad”, que como saben es un canon de belleza de Aristóteles.
Ese profesor se apropiaría de mi libro y lo tendría toda su vida como instrumento para fomentar la lectura de esas futuras generaciones,
¿Y qué impide que este deseo mío tan hermoso se pudiera realizar?
Claro, este profesor, entonces tendría que venir de Las Claras de Murcia, porque así acabé mi disertación, digo tendría que venir a esta Casa del Libro de Alicante, y con la magia de este deseo, casi tengo que decir ¿qué casi? que lo digo.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Naturalmente, en lo del cuento me refiero a este deseo mío.
Muchas gracias por robarle su comodidad y su tiempo y muy agradecida a “La Casa del Libro” por cedernos su casa.[/intense_testimony_text] [intense_testimony_author]Angelina Jimenez[/intense_testimony_author]  [/intense_testimonies]
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[intense_person imageid=”20″ template=”top” size=”medium” name=”Angelina Jiménez” imageshadow=”3″] Hago mías las palabras de mi amiga Inma Escobedo, cuando presentó su libro “El principio de todas las cosas” y nos dijo, que su libro tuvo que nacer en el tiempo oportuno, cuando ella pudiera afrontar los retos que conlleva el nacimiento de un libro.[/intense_person]